lunes, 31 de octubre de 2011

Primeros en el Mundo

Me Declaro Inocente


Ayer terminaron los juegos Panamericanos de Guadalajara y aunque Venezuela aumentó el número de medallas, en comparación con la edición anterior, no pudo subir de puesto y se tuvo que conformar, otra vez, con el octavo lugar.
Esto nos pasa por no inventar nuestros propios deportes, o por no oficializar los que ya hemos inventado, y en los que nadie nos gana. Por ejemplo si presionamos por la inclusión del yoyo chino (ese que parecen dos picos de botella de plástico unidos por la tapa y que se juega con una cuerda unida a dos palitos) como modalidad deportiva, y nos llevamos a los chamos que se paran en los semáforos y los lanzan por encima de los cables de alta tensión, seguro tendríamos oro y plata.
El zulianito o el picao puede ser otra modalidad en la que no hay fuerza capaz de ganarnos. En regar brollos y chismes podemos competir en varias categorías: por puro ocio, por envidia, malintencionados, por razones económicas, pa tumbarle la novia a otro, etc.
Pero entre las múltiples propuestas deportivas destaca una que es capaz de hacer tambalear al milenario ajedrez: Consecución y Exposición de Excusas. Cada participante se sienta frente a su rival en una mesa mientras el juez va lanzando tarjetas con hipotéticos casos, a lo que los jugadores deben conseguir las excusas más originales en el menor tiempo posible: Por ejemplo: ¿Por qué fue a la fiesta sin ser invitado? “poeque toda buena fiesta necesita un colao” ¿Por qué no trajo el trabajo final de la materia? “Porque me atracaron a punta de pistola… me dejaron el blackberry pero se llevaron el informe” ¿Por qué no ha construido las casas que prometió?  “porque no tenía cemento, ni cabillas, ni mano de obra” ¿Por qué encadena los medios para hacer campaña de su partido, y le prohíbe a los canales públicos recibir a quien no piensa como usted? “Ehh, uhh, ahh, ehh” Allí suena la chicharra y los jueces evalúan el desempeño del participante en cuanto a su originalidad, rapidez y dificultad de la pregunta.
Claro, no somos los únicos en el mundo con participantes de altura, pero de seguro llenamos el podio con nuestros abanderados y nuestras excusas.



Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez


lunes, 24 de octubre de 2011

Envidia fiestera

Me Declaro Inocente

Hoy es día de fiesta en el Zulia y por supuesto es un día no laborable, para eso son los días de fiesta. Aunque para ser sinceros yo esperaba que lo celebráramos de otra manera, más pomposo, más espectacular, más vistoso… no, es un día para quedarse en casa y sacar al sol las cosas que se te mojaron con la última lluvia, o instalar esa repisa o esas persianas que compraste hace tiempo y que siempre dejaste “para después”. ¿Fiesta? Si así son las celebraciones, por favor no me inviten.
Claro, están los que se van de viaje aprovechando el puente (cuando toca, y casualmente ahora es uno de ellos) y esos sí celebran un poco, aunque ni se acuerdan lo que están celebrando.
El cumpleaños de nuestro amigo Rafael Urdaneta quedó para eso, para hacer oficio en casa o para viajar con un grupo de amigos y brindar por cualquier otra cosa.
Hace unos años estuve en un pueblo de México cuando celebraban su independencia, era 15 de Septiembre y las calles estaban abarrotadas de gente. Me imaginé al principio  una celebración como las que hacemos nosotros con licor, matando toros, con gogo-dancers, con tarimas cerveceras hasta las tres de la mañana “en honor a nuestra Virgencita”.
Allá la cosa fue distinta, se hizo una representación a caballo de cómo fueron los acontecimientos históricos, se hizo una lectura del Acta de Independencia, la alcaldesa de ese pueblo, Tepoxtlán, hizo un acto y una juramentación en una tarima y todo el mundo la aplaudió, y al dar “el grito de Dolores” un amigo me advierte “si ves que alguien saca un arma para disparar al aire no te vas a asustar, acá es normal”, y justo en ese momento cientos de tepostecos (yo creo que uno de cada tres en esa multitudinaria fiesta callejera) sacaron sus revólveres y los vaciaron disparando al cielo mientras gritaban de emoción por ser independientes de nuevo… igualito me asusté. “Checa si serán buenos nuestros gobernantes que todas las balas fueron al aire y no a la tarima”.
Lo demás sí fue parecido a nuestras fiestas religiosas, aunque sin toros.
Pero admito que me dio envidia ver la celebración, lo motivados que estaban, lo arraigado del tema y que no se desviaron de lo que de verdad los había convocado.
Para el siguiente año voy a celebrar el natalicio de Urdaneta como si fuera el de cualquiera de mis amigos, porque él luchó y se fajó durante años por nuestra independencia y lo menos que podemos hacer, que no hacemos, es cortarle una tortica y cantarle el cumpleaños… es eso o instalar las persianas que hoy no quiero instalar.



Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez

miércoles, 19 de octubre de 2011

Un Superhéroe Criollo

Me Declaro Inocente

Esta semana salió la contraofensiva gubernamental a la invasión de los superhéroes del norte: un muñeco que recorrerá el país luchando contra las amenazas del imperialismo: aunque en su presentación oficial se le cayeran los pantalones frente a todo el mundo (http://www.youtube.com/watch?v=VDiabDWK_5M&feature=related) lo que no es muy buen presagio que se diga… bueno, unos héroes llevan la ropa interior por encima del pantalón, pero ninguno, salvo éste criollo, lleva los pantalones abajo.
¿Pero qué pasa si la gente no quiere que luchen contra los agentes del imperialismo sino contra los males reales de los venezolanos? ¿Podríamos tener un superhéroe que luche contra la delincuencia común, el atraso en la construcción de viviendas, la poca generación de empleos y la corrupción? Tendría entonces que ser una gran máquina antibalas, con fuerza de construcción, con gps para localizar malandros y programado para detectar actos ilícitos en la administración pública: un robot tipo Mazinger Z.
Claro que a este criollo lo llamaremos Mácinyer, lo construirán los científicos del Ministerio del Poder Popular de Ciencia y Tecnología y estará resguardado debajo de la piscina de un complejo deportivo público, tipo las del polideportivo o la de Ymca en Cotorrera, rogando siempre que haya agua y mantenimiento adecuado y no el descuido de tres años que tuvieron las piscinas del “poli”.
Una de las tareas de este gran robot es la construcción de viviendas, lo malo es, y según la experiencia que se tiene con su par japonés, que cada vez que se cae a golpes con otro robot o cualquier enemigo, hace volar en pedazos (y nunca nos dijeron de las pérdidas humanas) a media ciudad.
En su lucha contra la corrupción debe estar programado por los técnicos de la Fiscalía y la Contraloría, y ahí viene otra gran duda: ¿a quién va a perseguir? ¿a Luis Velásquez Alvaray? ¿A los dirigentes de la oposición? ¿A los del guiso del Puente Nigale, el central azucarero y otros casos? ¿O esperará cada Aló Presidente para recibir instrucciones?
La lucha contra los malandros será más fácil: se le activa un GPS y cada vez que haya el robo de un celular, él sabrá donde es el robo. Pere debe ser extremadamente rápido, porque cada minuto se roban un teléfono en Venezuela.
Eso sí, para su pareja robótica femenina yo propongo que se utilice de modelo a Diosa Canales, con todos sus atributos de lucha contra el mal y todas las propiedades de lucha de la original Afrodita.
Señores del ministerio de Ciencia: esperamos por nuestro Mácinyer.


Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez

Un País de Comiquita

Me Declaro Inocente

Una de las salidas más creativas que he visto este año me la mostraron esta semana: un fotomontaje del Hombre Araña salvando el vagón del Metro de Maracaibo que se descarriló el pasado jueves y que estuvo a pocos metros del vacío en la incompleta estación de la avenida Libertador. No sé quien la hizo, pero debo felicitarlo por su ingenio y la manera de montarlo.
Lo que nos deja en evidencia, además de las fallas que el Metro pueda tener, es que somos un país de comiquitas. También de excelentes creativos. Pero si fuera cierto que los superhéroes que vimos y vemos en la tele estuvieran ayudando a hacer un país cada vez mejor, nos tendríamos que imaginar a Acuamán salvando a los pescadores cada vez que las atarrayas se llenan del petróleo de los derrames. O a Linterna Verde volando de barrio en barrio alumbrando a la gente cada vez que Enelven-Cortoelec anuncia un mordisco más de su plan de racionamiento.
Eso sí, cuando el comisionado ponga la batiseñal en el cielo, más de uno irá a dar a la sede de Polimaracaibo (desde donde se generaría el luminoso aviso) pensando que lo que están es inaugurando una discoteca. Y a los Power Rangers que ni se les ocurra aparecerse, porque con esos trajes enterizos y los cascos, se van a derretir apenas salgan a la primera misión en Las Playitas al mediodía
Lo bueno es que nos damos cuenta que ningún héroe nos va a venir a salvar, que somos nosotros los que tenemos que exigir mayor mantenimiento al Metro de Maracaibo, al puente Rafael Urdaneta (que ya no es exagerado decir que se está cayendo frente a nuestras narices), mayor efectividad contra la delincuencia y contra los accidentes que se pueden prevenir con simple sentido común.
El fotomontaje creativo (que debo felicitar otra vez a la mente brillante que lo diseñó) es una manera burlona de ver nuestros problemas, y seguramente habrá quien esté esperando una nueva tragedia para colocarle como protagonista a otro miembro del Salón de la Justicia, pero aterrizando en la seriedad: no sería mejor que nuestros héroes fueran nuestros policías, nuestros maestros, nuestros funcionarios públicos, y por qué no, nuestros políticos. Ojalá que algún día lleguemos a eso. Aunque no tengan capa ni máscara.


Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez

viernes, 7 de octubre de 2011

Si George Clooney trabajara aquí

Hace poco más de un año apareció Amor Sin Escalas, una película interesante que de hecho ganó el Globo de Oro al mejor guión para largometraje. En la trama, George Clooney viajaba por todo Estados Unidos en avión para despedir a la gente de su trabajo. Incluso se ganaba un carnet exclusivo de la aerolínea con la que siempre volaba por alcanzar una cierta cantidad, considerable, de millas de vuelo.
Yo imagino el reporte que Clooney le escribiría a su jefe si le tocara trabajar aquí en Venezuela, sería algo así como:
Mision: despedir a seis persona en seis ciudades distintas, en este orden: Carúpano, Maturín, Valle de la Pascua, Barinas, Maracaibo y Punto Fijo, saliendo de y regresando a Maiquetia.
Lunes: El trabajador que se suponía yo iba a despedir, sigue en su trabajo porque un avión se accidentó en plena pista de aterrizaje en el aeropuerto de Puerto La Cruz. No pude ir.
Martes: Al avión que me tocaba abordar se le cayo una turbina y a pesar de que los pilotos la pegaron con tirro, no aguantó el despegue y nos tuvimos que quedar. El empleado todavía sigue en su puesto.
Miercoles: El avión en el que, por fin, viajaba se tuvo que regresar a menos de diez minutos del despegue por una lucecita que se prendió en el tablero. Los pilotos e ingenieros de vuelo resolvieron rápido el problema: quitaron el bombillito. A la final no viajé y el empleado sigue en su lugar.
Jueves: Una protesta de trabajadores del aeropuerto y otra de la comunidad circunvecina, al parecer por agua y unas casas prometidas y nunca entregadas, no nos dejó hacer el vuelo previsto… el empleado sigue en su lugar de trabajo.
Viernes: Por fin pude hacer algo, llegué a Maracaibo y despedí a un trabajador de un Banco que es Occidental y que es de Descuento. Como para llegar al aeropuerto no hay transporte publico, le pedí la cola al empleado que acababa de despedir. Como me quedé varado en La Chinita durante 7 horas porque se fue la luz, y el tipo me acompañó, hasta nos hicimos compadres y le devolví el trabajo.
Sábado: Las autoridades anunciaron la expropiación de la línea aérea en la que iba a viajar y que se suspenderían todos los vuelos hasta que estén todos los aviones pintados de rojo. No pude despedir al tipo.
Jefe, como verá no pude despedir a nadie, soy un fracaso para la empresa por mi bajo rendimiento. Si quiere me despide, pero al que envíe para decírmelo, envíelo por avión.
Suyo.
George Clooney



Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez

Voy por mi planilla

Me Declaro Inocente

Voy por mi planilla


Si hay algo que al venezolano le encanta, es ser candidato. A lo que sea; Cuando se necesita de “alguien” para “algo” y sobretodo cuando otros “alguienes” tienen que elegirlo, siempre hay unos cuantos interesado que levantan la mano para postularse.
Recuerdo que hace unos veinte años quizás, la Compañía Nacional de Teatro puso en escena una obra así: Yo También Soy Candidato, y que El Cazador Novato, humorista y cantante llanero, tenía una canción en la que se postulaba a la alcaldía de algún pueblito del llano.
La cuestión es que como ahora es tan fácil ser candidato, y la Mesa de la Unidad prepara sus primarias, yo no me quiero quedar por fuera de esa fiesta: esta semana voy a buscar mi planilla para postularme en las presidenciales.
Y es que la cosa se va a poner simpática porque mi fotico aparecería en todas las máquinas de votación a nivel nacional, así cuando yo salga luego a hacer un negocio, buscar un cliente o postularme para un trabajo la gente dirá “de dónde lo conozco… yo sé que lo he visto antes…”
Claro, ahora es un poquito más difícil ser candidato. Ahora es todo un proceso, reparten pocas planillas y si llegas tarde te quedas por fuera. Antes no. Antes se postularon la reina de belleza, el humorista (que a todas estas no sabemos si nos mamó gallo o iba en serio) el brujo (que iba por un partido llamado Fevo: Fuerza Espiritual Venezolana Orientadora y que decía  iba a pagar la deuda externa con brujería) el nuevo político y el oportunista… yo me inscribo por este último rubro.
Pero también ahora hay más chance porque ni siquiera hay que sacar más votos para ganar (léanse las parlamentarias de hace un año), o si el resultado es uno se aplica otra decisión (léanse la reforma y la enmienda).
Yo me imagino que para sacar del camino a Capriles, a Pablo y a Leopoldo, Tibisay va a anunciar como ganador, a eso de las cuatro de la mañana, al que quedó de último, que estoy seguro que seré yo. Y me imagino la cara de frustración César Pérez, Diego Árria y Pablo Medina al saber que hubo alguien que sacó menos votos que ellos.
“Luego de contar un pocotón de votos y teniendo una tendencia irreversible (aquí Tibisay hace una pausa y sonríe) el ganador de las primaria de la oposición es Roberto Rivas Suárez” y estallan los aplausos en mi comando de campaña, es decir, en la sala de mi casa.
Así que prepárense lo que creen que no tienen chance, porque llegó una nueva amenaza, y esta semana voy por mi planilla…



Roberto Rivas Suárez
Periodista
@rrivassuarez