La tarde era calurosa, pero no podía ser de otra manera en
Maracaibo. Aunque los espacios abiertos de la Universidad del Zulia, que antes
fueran las instalaciones del antiguo aeropuerto de Grano de Oro, siempre
brindaban la brisa que intentara combatir la sofocante temperatura.
Las gradas del estadio de softbol de la Facultad
Experimental de Ciencias regalaban un espacio para la tertulia entre especialistas
y aficionados al deporte, permitiendo conversar a la sombra del techado disfrutando del viento que por momentos
acallaba las chicharras que lloraban con la temperatura.
Esa tarde la conversación se centró en el futuro de cuatro
buenos peloteros juveniles que recién se estaban forjando un nombre en el
béisbol internacional, pero que eran las estrellas indiscutibles de Las
Pequeñas Ligas del Zulia y de la Liga Universitaria a la que pertenecían.
Abdías Valbuena Rubio (Q.E.P.D.) periodista y narrador
deportivo, gran conocedor del beisbol y del boxeo, siempre tuvo gran olfato
para el deporte, no sólo desde el punto de vista del rendimiento en la cancha
sino desde el comportamiento fuera de ella.
Rafael Rivas Rodríguez, jugador de la tercera base en sus
tiempos de juventud y entrenador de gran trayectoria en el mundo del béisbol
menor tenía una duda con respecto a los cuatro peloteros y sólo la experiencia
de Abdías –y el tiempo- podrían responderle.
Eran los primeros años de la década de los 80, y los peloteros
de la Pequeña Liga de Béisbol Universitaria (la que luego tomara el nombre de
LUZ Maracaibo) que fueron firmados por equipos profesionales eran Jhonny Paredes, Marcos Campos,
Fernando Soto y Mario Labastidas.
“Yo le pregunté a Abdías por el futuro de esos cuatro
jugadores de la Liga Universitaria, y él así me los enumeró:
-Primero Jhonny Paredes, tiene unas muy buenas condiciones
para llegar a las mayores, pero es muy desordenado y demuestra poca seriedad en
el trabajo.
-Segundo: Fernando Soto, outfielder que tiene unas
condiciones grandes, pero es de familia adinerada y no creo que aguante los
entrenamientos, porque le van a exigir mucho y no está acostumbrado a mostrar
humildad.
-Tercero: Marcos Campos, lanzador de tremenda velocidad y
grandes recursos, pero con muy poco amor al juego y es demasiado rebelde, no
todos los entrenadores le aguantarán su carácter.
-Y cuarto: Mario Labastidas, de los cuatro jóvenes quizás es
el que menos condiciones tiene, pero éste ha de permanecer bastantes años en el
béisbol porque es muy disciplinado y le agrada jugar.
Con ese presagio me fui a la casa, pensando en el futuro de
los cuatro beisbolistas”, contaría Rivas.
El tiempo se rendiría ante las palabras de Abdías.
Paredes ciertamente llegó a las Grandes Ligas jugando la
segunda base con los Expos de Montreal y los Tigres de Detroit, pero se mantuvo
sólo por tres años y luego pasó una temporada en Japón.
Soto jugó diez temporadas en Venezuela, casi todas con las
Águilas del Zulia, aunque terminó su carrera con los Tigres de Aragua. Con 1300
turnos al bate alcanzó un average de .246 pero no alcanzó a jugar en las
Grandes Ligas.
Campos jugó siete temporadas con las Águilas del Zulia, con
49 apariciones y 15 juegos como abridor, dejó registro de 2 ganados y 10
perdidos, y allí se quedó, tal como dijo Valbuena.
Y así como lo predijo Abdías, Labastidas se mantuvo jugando
por trece temporadas con las Águilas del Zulia y luego pasó a formar parte del
personal técnico siendo coach de tercera por muchos años, hasta la actualidad
cuando el equipo rapaz alcanzó la postemporada en 2020. Además es el mánager del equipo
juvenil zuliano en la Liga Paralela y del equipo semiprofesional de Bologna,
Italia.
Valbuena sabía que el deporte no sólo se trata de
condiciones físicas y velocidad, se juega con actitud y con pasión, se permanece con humildad y deseos de aprender de los que saben, y se gana con disciplina y esfuerzo.
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-Abdías Valbuena Rubio fue periodista, narrador y
comentarista deportivo. Destacó además por ser un gran dirigente deportivo en
el estado Zulia.
-Rafael Rivas Rodríguez, está retirado pero fue entrenador de béisbol y dirigente
deportivo con diversos reconocimientos regionales.
Hoy dos estadios de la Liga de Béisbol LUZ Maracaibo –en el
Complejo Polideportivo Luis Aparicio- llevan el nombre de este par de legendarios
hombres del deporte.
Roberto Rivas Suárez
Marzo 2020