viernes, 1 de diciembre de 2023

Una moneda con gran valor



 


Justo acababa de salir a tomar unas fotos al Centro Cultural, ubicado a unas pocas cuadras del diario, cuando Leo Pizarro me llamó por teléfono…

-Roberto ¿Estás cerca? Aquí te buscan dos carabineros…

-Si es Dino Contreras, de la Oficina Comunitaria, dile que me deje la invitación contigo.

-No, no es Dino… son dos oficiales…

¿Dos oficiales? Ahora en qué problema me habré metido, pensé… como editor del diario con apenas un año al frente de El Ovallino ya me había buscado varios inconvenientes, es normal, es parte del trabajo, pero sus consecuencias no pasaban más allá de un par de críticas y algunas amenazas de demanda de esas que nunca se cumplen… Pero esta vez me buscaban dos oficiales en la oficina…

-Que me esperen dos minutos, que ya voy de regreso…

Era febrero de 2019. Cuando entré, el de mayor rango fue el primero en saludarme y presentarse:

-Buenos días, soy el Mayor Álvaro Ilabaca del Canto, comandante de la Escuela de Formación de Carabineros Grupo Ovalle.

-Yo soy el SubTeniente Jorge Castro, jefe de escuadrón.

-Y yo soy Roberto Rivas, y soy al que buscan, pero no sé por qué o para qué...

-Es que queremos invitarlo a que haga clases en nuestra institución -dijo Ilabaca- necesitamos a alguien que dé la cátedra de Habilidades Comunicativas y no se nos ocurre nadie mejor que el Editor del diario local…

Debo confesar que la propuesta me tomó desprevenido. Ciertamente yo había dado clases en instituciones de Educación Superior en Maracaibo, pero nunca imaginé que en Chile me dieran la oportunidad de retornar a la docencia, y menos en la Escuela de Carabineros.



Estaba emocionado con la idea de volver a dar clases, pero tenía dos condiciones.

-La primera es que me ajusten el horario para dar clases sólo a la primera hora de la mañana, para luego venir a trabajar todo el día en el diario. La segunda es que yo no seré Relacionista Público de Carabineros: si un uniformado se mete en problemas yo lo voy a publicar en el diario, y que eso no afecte mi trabajo en la Esfocar, porque primero soy periodista.

-No hay problema -dijo Ilabaca.

Y con un apretón de manos sellamos la invitación.

Más tarde le expliqué al director del diario, Don Ricardo Puga, la propuesta que me hicieron y me dijo que no tenía inconvenientes en que diera clases en la institución. Así que a los días comencé con una de las experiencias más interesantes que me ha tocado vivir: ayudar a los Carabineros Alumnos en sus Habilidades Comunicativas: redacción de actas, discursos, comunicados, comunicación verbal y no verbal, etc.

Sé que no soy el primer venezolano que ofrece clases en la institución, pero quizás sea el primer zuliano en ser docente de la Esfocar, y eso me llena de un orgullo tremendo, además que siempre es una satisfacción poder poner mi granito de arena para formar a un grupo de jóvenes que quieren hacer bien las cosas. ¡Y cuando notas cambios positivos en su manera de redactar o de expresarse, más satisfactorio es!

Hoy 1 de diciembre se celebra el Día del Profesor de Carabineros, ocasión en la que nos rindieron un homenaje a los docentes de la institución, con actividades culturales preparadas por los propios alumnos. Recibí además una Moneda Conmemorativa que tiene para mí un valor incalculable, porque me hace ver lo lejos que he llegado desde que decidí emigrar con mi familia.

Luego de dejar el diario a principios de año me asignaron más secciones y he podido ayudar a más estudiantes. Estoy realmente agradecido con quienes me invitaron y quienes han confiado en mi trabajo en estos años, y sobre todo, agradecido con los alumnos que me dan la oportunidad de colaborar en su formación.