viernes, 11 de noviembre de 2022

La tarde en la que Luis Aparicio le dio la razón a mi papá

Muchos años después de ser exaltado al Salón de la Fama del Beisbol de los Estados Unidos, Luis Aparicio Montiel seguía siendo –y todavía lo es - un tipo sencillo, una gloria y celebridad del deporte nacional, sí, y al mismo tiempo dueño de una conversación pausada y sabia.

Al igual que a mi papá, Rafael Rivas, a Aparicio le apasiona tanto el beisbol como la formación de los niños y jóvenes, y eso lo conversaron una tarde marabina en la que el ex grandes ligas se tomó su tiempo para visitar un estadio de categorías infantiles, donde niños de entre 7 y 9 años daban los primeros pasos y recibían los consejos iniciales para disfrutar de ese maravilloso deporte.

La plática entre dos grandes valores del Zulia –cada uno a su nivel- desmenuzó el deporte en todas sus tonalidades, desde el amateur al profesional, desde la visión de quien lo promueve, hasta la mirada de quien lo practica y se llena los pies de arena en cada jugada.

Analizando andaban los apoyos públicos a las instituciones deportivas, cuando el eterno 11 de los Medias Blancas de Chicago le dijo a papá algo así como:

-“Lo que yo no entiendo es por qué los políticos no deciden dar más apoyo al deporte menor”

-“Lo que pasa Luis, es que los que se meten en la política lo hacen desde muy jóvenes y casi ninguno de ellos practicó algún deporte… ellos no saben lo que se necesita en el deporte menor, porque no lo vivieron”… argumentó mi padre.

Aparicio se frotó el mentón y tras analizar la respuesta, terminó dándole la razón a papá.

-“No lo había visto desde ese punto de vista, creo que debe ser por eso”, admitió el único hall de la fama venezolano.

El destino quiso que años más tarde, la Pequeña Liga de Beisbol Universitaria bautizara el pequeño campo donde se desarrolló la conversación, con el nombre de “Estadio Rafael Rivas”, en homenaje a quien consideraron “Alma, Corazón y Vida”, de esa institución por casi tres décadas. El recinto, está enclavado en el Complejo Polideportivo de Maracaibo, a menos de 500 metros del estadio “Luis Aparicio (Ortega), El Grande”, en homenaje al papá de quien en una conversación casual, una tarde marabina, le dio la razón a mi papá.

 

Roberto Rivas Suárez