La política está en todo

Me Declaro Inocente

  

Este fin de semana fuimos testigos de un evento de esos que en cualquier país del mundo pasa como un evento cívico, pero que en el nuestro está cargado por una fuerte dosis de política: El encendido de luces de Bella Vista.

Lo que era, o debe ser, una jornada en el que el protagonista es el ciudadano y sus lucecitas, aquí lo convertimos en un acto político en tres escenas: 1) Un mitin-caminata de Pablo desde Plaza el Ángel hasta Padilla. 2) Una concentración chavista en Corpozulia para arengar a su gente y cortarle el paso al primero. Y 3) El inevitable enfrentamiento y sus consecuencias, denuncias, ataques, transmisión por VTV y su posible investigación política.

Y es que ya hemos visto que la política se mete en todo, desde las telenovelas (como aquella Amores de Barrio Adentro que nadie vio) hasta la Copa América en la que reservaron las entradas de la final sólo para la gente de las misiones para que los fanáticos espontáneos no abuchearan (como lo hicieron en todos los juegos) al gobierno nacional.

Por eso nos preguntamos ¿qué será lo que nos falta por ver en materia de intromisión política? Y nosotros mismos nos respondemos:

1)      Que en un juego del béisbol profesional una jugada cerrada en home tenga que ser discutida en consejo de ministros, y su resultado sea anunciado en cadena nacional.

2)      Que un participante de Quien Quiere Ser Millonario solicite consultar a la audiencia y tenga que venir el CNE a verificar la votación. A las tres de la madrugada sale Tibisay con su vocecita chillona a decir que “ya hay una tendencia irreversible”.

3)      Que un jugador del Zulia FC vaya a ingresar a la cancha por un cambio y el cuarto árbitro “le pase la prueba del ácido” (como dicen en los organismos públicos a la lista Tascón) y no lo dejen jugar, porque “firmó contra el comandante”.

4)      Que las candidatas al reinado de la Feria de La Chinita tengan que ir a primarias para ver cuál de ellas será la representante del Zulia en el Miss Venezuela.

5)      Que en cualquier fiesta infantil los niños se organicen en un Comité de Usuarios y Usuarias y soliciten la expropiación del castillitos inflable y de la piñata por considerarlos bienes de utilidad pública y propiedad social.

¿Cuánto nos falta para llegar a esto? A lo mejor menos de lo que pensamos…

Roberto Rivas Suárez

Periodista

@rrivassuarez